Lo que sí debes hacer si quieres vender más (sin sonar necesitado ni esconderlo)

—Nada más te vi y me dieron ganas de hacerte 600 hijos.

Esa fue la primera frase que le dije a la que hoy es mi esposa.

No hubo rodeos. No hubo filtros. No me escondí detrás de una conversación educada o una pregunta tonta de “¿vienes mucho por aquí?”.

Fui directo, pero no vulgar. Honesto, pero con encanto. Irreverente, pero con clase.

Y si me preguntas qué tiene que ver eso con vender, te diría: todo.

Porque la forma en la que abordas una relación con un cliente no es tan diferente de cómo inicias una relación con una persona que te gusta. El error está en pensar que hay que disfrazar las intenciones. Que hay que actuar con falsa cortesía o esconder lo que quieres.

Y eso, querido lector, es lo que hacen los vendedores mediocres.

Los 3 niveles de venta (y por qué el tercero es el único que realmente funciona)

Si has seguido mis últimos textos, sabrás que hay tres niveles básicos en los que se mueve un vendedor.

En el primero, intentas esconder que estás vendiendo. Haces como que no pasa nada, ofreces contenido gratuito, evitas mencionar precios, finges que solo estás ahí por amor al arte. El problema es que todos sabemos que vas a vender. Y eso genera desconfianza.

En el segundo nivel, ya no lo escondes tanto, pero lo haces mal. Eres invasivo, insistente, desesperado. Usas urgencia falsa, descuentos forzados y te lanzas sobre el cliente como si fuera el último ser humano con tarjeta de crédito. A veces funciona. Pero deja un sabor amargo y aleja más de lo que atrae.

Y luego está el nivel tres.

El nivel de los que venden de frente, con poder, sin esconderse y sin rogar.

Ir con la venta por delante (sin ser un idiota)

Cuando tú sabes lo que quieres.

Cuando no lo escondes.

Cuando no le das vueltas ni disfrazas tu intención.

La gente te respeta.

Se siente segura.

Y está más abierta a escucharte.

No por lo que ofreces, sino por cómo lo haces.

Por eso la frase con la que abrí este texto, aunque atrevida, funcionó. Porque no era vulgaridad, era claridad. No pretendía que la otra persona adivinara mis intenciones. No fingí interés en su libro favorito ni le pregunté si había visto la última serie de moda. Fui directo. Con humor. Con estilo. Con algo que se notaba que no era una línea reciclada.

Y lo mismo pasa en ventas.

Cuando llegas con una propuesta clara.

Cuando no escondes tu interés en vender.

Cuando no pretendes ser el gurú bondadoso que solo quiere servir por amor al conocimiento.

Entonces todo cambia.

La tensión desaparece.

El cliente respira.

La conversación fluye.

Y tú dejas de parecer uno más del montón.

Posicionamiento + Estilo = Persuasión Avanzada

Ojo. No se trata solo de decir: “Te quiero vender”.

Eso sería el equivalente a llegar con alguien y decir: “Hola, ¿quieres tener hijos conmigo?”. No. El secreto está en el cómo lo haces.

Cuando vendes con estilo, con una narrativa distinta, con un posicionamiento único… todo cambia.

No eres el tipo que vende cursos online como todos.

Eres el que escribe como nadie.

El que tiene algo distinto que decir.

El que construye una relación desde el primer correo.

Y eso se nota.

Eso se siente.

Y eso vende.

Por eso, en los próximos días, voy a mostrarte ejemplos reales de cómo se ejecuta una venta de nivel 3. De esas que no se esconden, pero tampoco huelen a desesperación. De esas que generan confianza, deseo y respeto.

Porque cuando sabes lo que haces y cómo decirlo, vender ya no es una tarea sucia.

Es una forma de expresión.

Una forma de conectar.

Una forma de construir relaciones donde ambas partes ganan.

El arte de vender sin pedir permiso

Así como aquella vez con mi esposa, no esperé aprobación ni validación.

Tampoco lo hago cuando escribo para vender.

Y no deberías hacerlo tú tampoco.

Si crees en tu producto.

Si sabes que puede ayudar.

Si tienes algo valioso que ofrecer.

Entonces deja de andar con rodeos.

Deja de disfrazar tus intenciones.

Y empieza a vender con clase, con verdad, con narrativa y con estilo.

Como debe ser.

Y si quieres ver cómo se hace eso en tiempo real.

Entonces entra aquí:

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Ahí empieza THE GAME.

Una experiencia gratuita donde te muestro cómo escribo, cómo vendo y cómo tú puedes usar el email como un arma persuasiva para vender más, sin depender de redes, sin hacer shows, y sin esconder lo que quieres.

Es un entrenamiento textual, disfrazado de historia.

Un juego donde el que gana es el que aprende a escribir correos que generan dinero.

Y tú puedes ser ese.

Si decides entrar.

Don Gabo 

El tipo que escribe como vende. Y vende como vive.