Trabajar desde casa es una popó… pero es chido

Oye. No te voy a mentir. Trabajar desde casa puede ser una bendición o una verdadera tortura dependiendo del día, el humor con el que amaneciste y si alguien dejó los trastes sucios o no. Pero aun con todo eso, ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.

Hace algunos años, cuando todavía era empleado y autoempleado, vivía una rutina que a mí ya me estaba exprimiendo el alma. Tenía que levantarme a las 5:00 de la mañana. Si tenía suerte, agarraba la moto; si no, me tocaba irme en el transporte público de la Ciudad de México, que es, como bien sabes, una popó con ruedas. Llegaba a la oficina con el alma arrugada, trabajaba como demente de 12 a 14 horas seguidas, y regresaba a casa cuando ya ni me daba tiempo de cenar con calma.

Salía a las 6:00 AM, volvía a las 8:00 PM. Y esa era mi vida. Muchas horas de trabajo, poco tiempo personal, casi cero espacio para respirar. Pero ya sabes cómo es esto: mi emprendimiento era mi bebé y estaba dispuesto a sacrificarlo todo.

Hoy las cosas son diferentes. Muy diferentes.

Ahora tengo mi oficina en casa. Y aunque no todo es perfecto —a veces hay ruido, a veces no respetan tus horarios, a veces el niño quiere jugar cuando estás en llamada con un cliente importante—, la realidad es que es otro nivel de libertad.

Hoy no me levanto por obligación. Me levanto por decisión. Si quiero ir al gimnasio en la mañana, voy. Si quiero acompañar a mi esposa a algún lugar, lo hago. Si quiero jugar con mi hijo en la tarde, está en mis manos. Si me da la gana echarme en el sillón a ver videos una hora, lo hago. Y si mañana quiero agarrar la mochila e irme de viaje, también puedo.

Todo depende de mí. Y aunque eso implica más responsabilidad, también implica más poder.

¿Y qué tiene que ver esto contigo?

Tiene que ver con que si tú todavía no tienes esa libertad de tiempo, de movimiento, de decisiones, tal vez hay algo que te falta ajustar en tu negocio. Tal vez todavía estás persiguiendo la zanahoria equivocada, atrapado en estrategias complejas o en modelos que te roban más de lo que te dan.

No sé si a ti te gustaría tener más tiempo para jugar con tus hijos, salir con tu pareja, hacer más dinero, viajar por el mundo, o simplemente tener más espacio mental. Pero sé que más tiempo para ti sería algo que no despreciarías.

Y para eso, amigo mío, hay que trabajar con inteligencia. No más duro. Más astuto.

Eso es justo lo que enseño en THE GAME. Es mi entrenamiento gratuito donde te muestro cómo crear un sistema de ventas por email que trabaje mientras tú vives tu vida. Porque el email marketing, cuando se hace bien, te libera. Te permite vender todos los días sin estar todos los días trabajando.

Ya no vendo la membresía que menciono en este texto. Pero aún puedes empezar gratis con lo mejor que he creado hasta ahora.

Aquí te dejo el enlace para entrar a THE GAME: 

👉 www.dongabo.com

Te espero dentro.

Don Gabo.