Qué Me Enseñó una Cena Picante en Casa de Mi Suegra Sobre Vender Ideas “Locas”
Cuando tienes una idea de negocio nueva —especialmente una de esas que nadie más está haciendo— lo más normal es que aparezcan las dudas.
“¿Y si nadie lo compra?”
“¿Y si es una tontería?”
“¿Y si fracaso y quedo como un idiota?”
Y te entiendo.
Porque justo eso me pasó a mí…
Mientras cenaba en casa de mi suegra.
Mi esposa es de Chihuahua.
Del norte. Norte.
De ese norte donde comen carne con carne, todo tiene picante, y el 80% de los hombres usan botas, sombrero y bigote.
Yo, en cambio, soy chilango.
Ciudad de México. Tráfico, metro y tacos al pastor.
Una noche, mi suegra preparó algo que se llama chile colorado con carne deshebrada.
Si no eres del norte, probablemente no sabes qué es eso.
Pero te lo resumo:
Es carne con un tipo de chile que solo se da allá.
Y pica.
Pica feo.
Yo no como mucho picante, así que desde el primer bocado supe que estaba metido en problemas.
Literal.
Primer bocado:
“<< Ay cabrón >>” pensé mientras me ardía la lengua.
Segundo bocado:
“<< No mames. Pica un chingo >>” mientras tomaba soda como si fuera extintor.
Tercer bocado:
Mi suegro me miraba entre la risa y la compasión.
Mi cuñada Ale, con cara de “pobre chilango”.
La abuela, sentada al frente, comía como si le hubieran servido cereal con leche.
Y mi suegra, muy oronda, se sienta, prueba su propio platillo y suelta esta joya:
—Me faltó ponerle chile.
Ahí fue donde supe que no iba a salir bien parado de esta.
Me daban ganas de rendirme. De dejar el plato a la mitad.
De admitir que eso no era para mí.
Pero algo me detuvo.
Orgullo, tal vez.
O esa vocecita interna que me dice “aguanta”.
Y aguanté.
Sorbos de soda.
Sudor en la frente.
Y cuando me preguntaron si me gustó, solo dije:
—Sí, está buena. Me gustó mucho.
Y sí, estaba buena.
Pero lo importante no es si me gustó o no.
Lo importante es que la única forma de saber si algo va a gustar… es probándolo.
Y lo mismo pasa con las ideas “raras” de negocio.
Como mi membresía por email.
Sí.
Esa donde enseño marketing, persuasión y escritura con correos como este.
Una idea que para muchos es absurda.
Porque “ya nadie lee”.
Porque “la gente quiere videos cortos”.
Porque “las membresías están muertas”.
Pero aquí estoy.
Con notificaciones de nuevos suscriptores cada día.
Con pagos realizados.
Con personas que no solo leen mis correos, sino que me responden, los comparten y me piden más.
¿La idea pica?
Sí.
No es para todos.
Pero funciona.
Y lo mejor es que apenas es el comienzo.
Este proyecto está validado, y voy a llevarlo al siguiente nivel.
Así que, si tú también quieres:
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Aprender marketing de verdad (sin filtros ni humo),
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Todo empieza aquí:
Y esta vez, no necesitas aguantarte el picante.
Solo necesitas dar clic.
Nos vemos ahí.
Don Gabo.
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