Qué Me Enseñó un Taquero Sobre Persuasión y Ventas

gatillos mentales

—¿Cómo le va mi güero?, ¿cuántos va a querer?

 

Era una noche fría.

 

De esas en las que el antojo por algo calientito te puede.

Mi esposa y yo decidimos salir a cenar unos tacos de bisteck.

Nada lujoso. Nada planeado. Solo una de esas visitas espontáneas al lugar que sabes que nunca falla.

 

Y ahí estaba él.

 

Jorge.

 

El mesero más carismático de toda la cuadra.

 

Siempre sonriente. Siempre rápido. Siempre amable.

 

No sé cómo lo hace, pero cada vez que me atiende, me deja con la sensación de que le debo más propina de la que le dejo.

 

Es de esos raros lugares donde uno da propina con gusto. No por compromiso.

 

Esa noche Jorge parecía más feliz de lo habitual.

 

—¿Cómo estás, mi Yorch?, ¿qué dice la chamba?

 

—Bien, mi jefe. Aquí con broncas en la casa, pero, ¿qué le hacemos?, hay que echarle ganas.

 

Lo miré sorprendido.

 

—Wey, no me lo tomes a mal, pero ¿cómo puedes tener problemas y estar tan sonriente y atender tan bien?

 

—Pues mire, la verdad es que la gente no tiene la culpa. Y sí, tengo mis problemas, pero también tengo otras cosas buenas. Tengo trabajo, salud, mi familia está bien. Todo lo demás es pasajero.

 

Pinche Yorch.

 

Otra vez me sacó una sonrisa.

 

—No, pues sí, mi Yorch —le dije—. Tráenos cinco y tres. Como siempre. Ya te la sabes.

 

—Claro que sí, mi Gabo. Ahí salen.

 

Y se fue, tan sonriente como siempre, a seguir atendiendo mesas.

 

Yo me quedé mirándolo. Y miré a mi esposa.

 

Y sonreí.

 

Porque a veces no importa qué tan buenos estén los tacos.

 

Lo que de verdad se te queda es cómo te hicieron sentir mientras los pedías, los comías y te los cobraban.

 

El sabor es importante, pero la simpatía vende más

 

Si los tacos hubieran estado feos esa noche, probablemente no lo habría notado.

Porque el trato de Jorge lo compensa todo.

 

Y eso, en el mundo de las ventas, tiene nombre: el gatillo mental de la simpatía.

 

Un principio de persuasión tan poderoso como ignorado.

 

Porque a los humanos, aunque no nos guste admitirlo, nos gusta hacer negocios con gente que nos cae bien. 

 

Tan simple como eso.

 

Te puede parecer obvio, pero te sorprenderías de la cantidad de negocios que ignoran este principio.

 

Y no me refiero solo a restaurantes.

 

También pasa en tiendas, consultorios, agencias, e-commerce y sí… también en emails.

 

La simpatía no es un extra: es una ventaja estratégica

 

Los dueños de esta taquería tal vez nunca lo noten.

 

Pero muchos de sus clientes, incluyendo nosotros, volvemos por Jorge.

 

Volvemos por el trato. Por su actitud. Por cómo nos hace sentir.

 

Porque en un mundo donde casi todo está automatizado, el carisma es oro puro. 

 

El sabor de los tacos es bueno. Claro que sí.

 

Pero la atención lo es aún más.

 

Y tú que estás leyendo esto, si vendes algo, tienes una pregunta urgente que responder:

 

¿Qué tan simpáticas son las personas que están de cara al cliente en tu negocio? 

 

Y si tú eres esa persona —como lo soy yo en mis emails— entonces la pregunta es más directa:

 

¿Estás cultivando la simpatía como herramienta de persuasión o crees que basta con tener un buen producto? 

 

Spoiler: no basta.

 

La simpatía no sustituye la calidad, pero la puede potenciar como ningún otro recurso.

 

Y eso no significa ser falso ni actuar como payaso.

 

Significa genuinamente conectar. Ser amable, ser agradable, tener presencia, sentido del humor, energía.

 

Eso sí vende.

 

Y en el mundo del email marketing, también aplica.

 

Porque tú puedes tener el mejor curso, la mejor oferta, la mejor estrategia…

 

Pero si tus correos aburren, si tu tono repele, si tu personalidad no conecta…

 

No hay tacos ni taquero que te salven.

 

Mañana te voy a contar los errores más comunes que la gente comete al intentar aplicar este gatillo.

 

Pero si ya te urge saber cómo usar todo esto para escribir correos que venden, entretienen y construyen marca al mismo tiempo…

 

Entonces ya puedes pasar a la acción.

 

Entra a THE GAME.

 

Un entrenamiento premium para dominar el arte de vender por email.

No es una membresía, ni una comunidad, ni un cursito más.

Es una estrategia completa.

Una forma de vida.

Una jugada maestra.

 

Y empieza aquí:

 

👉 www.dongabo.com

 

Nos vemos ahí.

 

Don Gabo.

Ingresa a The Game y Aprende Email Marketing de Alto Nivel
The Game es la legendaria secuencia de bienvenida de Don Gabo "El Tital del Email" donde enseña sus mejores trucos para vender High Tickets por Email.

Al suscribirte aceptas recibir emails donde te vendo.