Por qué tu lanzamiento no vende (aunque sigas el paso a paso del gurú)

Si has vivido en este planeta los últimos diez años —y no en una cabaña en las montañas sin WiFi—, es casi seguro que en algún momento te has registrado a alguno de estos eventos:

La masterclass definitiva para “elevar tu vibración”.

El taller exprés para generar $10K mensuales con tu propósito.

La semana intensiva de manifestación cuántica.

El webinar donde te prometen que vas a “desbloquear” tu abundancia.

O incluso el reto gratuito de 5 días para dejar de procrastinar y lograr tus metas.

Sea cual sea tu rubro, formato o industria, ya sabes de qué hablo.

Estas estrategias están por todas partes.

Y no es porque estén mal.

De hecho, funcionan muy bien… si sabes lo que estás haciendo.

El problema es que la mayoría de las personas que intentan usarlas no tienen ni idea de cómo funcionan los principios reales detrás de un buen lanzamiento. Siguen el guión del gurú, copian los títulos, meten una presentación de PowerPoint con el fondo morado y comienzan a prometer cosas sin tener ni el más mínimo control sobre su narrativa de ventas.

Y lo peor no es que no funcione.

Lo peor es que la gente se da cuenta.

Vamos al punto clave de este artículo.

El error que mata tus ventas antes de que empiecen

¿Sabes cuál es el principal error de los lanzamientos que no venden?

Que el creador cree que está engañando al público.

Sí, así como lo lees.

Se montan estos eventos “gratuitos” con frases como:

• “No te quiero vender nada, solo quiero ayudarte”.

• “Esto no es un lanzamiento, es una clase donde compartiré lo que nadie te ha dicho”.

• “Es completamente gratis y sin compromiso”.

Pero todos sabemos que al final hay venta.

Y no está mal.

Lo que está mal es creer que ocultarlo es buena idea.

Porque cuando haces eso, lo que realmente ocurre en la mente del prospecto es algo que pocas veces se menciona: ansiedad inconsciente.

Así es.

Cuando no dices con claridad que vas a vender, cuando lo escondes bajo la alfombra y finges que estás ahí por caridad digital… el cerebro del prospecto se pone a la defensiva.

No sabe qué va a pasar.

No sabe cuándo viene el golpe.

No sabe si confiar o no.

Y entonces se activa lo que en psicología de la persuasión se llama “reactancia”.

Es decir: la resistencia automática a sentirte manipulado.

No importa si lo haces con las mejores intenciones.

No importa si de verdad vas a dar mucho valor.

Si pareces que estás escondiendo algo… pierdes la confianza.

Eso es lo que yo llamo el Nivel 1 de la venta.

Y es el nivel más bajo, más torpe y más frustrante que hay.

Nivel 1 de la venta: el vendedor que se cree más listo que su prospecto

El Nivel 1 consiste en intentar “disfrazar” la venta.

En hacer como que no hay venta.

En fingir que todo es gratuito y desinteresado… para que luego, al final, saques el as bajo la manga y digas: “Sorpresa, sí vendo algo”.

¿Y sabes qué pasa en ese momento?

Que tu prospecto ya se siente traicionado.

Porque él ya sabía que ibas a venderle.

Lo olió desde el primer email.

Lo intuyó en tu tono.

Lo asumió desde el momento en que leyó que era una “semana intensiva”.

El problema no es vender.

El problema es tratar de engañar al lector fingiendo que no lo harás.

Eso es lo que crea rechazo.

Por eso, los lanzamientos hechos desde el Nivel 1 tienen tasas de conversión bajísimas, comentarios pasivo-agresivos en los chats, y hasta devoluciones prematuras.

No porque la oferta sea mala.

Sino porque la forma de llegar a ella fue torpe.

¿Y entonces qué hago?

Lo primero: reconocer que tu prospecto no es tonto.

Él ya sabe que le vas a vender.

Así que díselo desde el inicio.

Y más importante aún: hazlo con orgullo.

No pidas permiso para vender.

No te disculpes.

No adornes tu intención con mil frases motivacionales.

Solo dilo.

“Este evento es gratuito, sí. Pero voy a venderte algo. Y será tan bueno que querrás comprarlo antes de que termine la clase.”

¿Eso espanta a algunos?

Sí.

¿Pero los que se quedan, se quedan con confianza?

También.

Y eso te permite jugar en otro nivel.

Mañana te hablaré del Nivel 2 de la venta. Ese donde la mayoría de los negocios viven. Venden un poquito, pero no logran escalar.

Por ahora, quédate con esto: la claridad vende más que la promesa disfrazada.

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Don Gabo 

Nivel 3 de la vida.