Por qué la magia de Harry Potter no te ayudará a vender más (y lo que sí lo hará)
Si eres fan de Harry Potter, este artículo es para ti. Y si no lo eres, también. Especialmente si te gusta burlarte de los que sí lo son.
No te preocupes, aquí hay espacio para todos. Pero más allá de si te emocionaste cuando llegó la carta de Hogwarts (aunque solo fuera en tus sueños) o si te sabes de memoria los hechizos, hoy quiero hablarte de algo mucho más real que un Patronus.
Quiero hablarte de cómo los emprendedores —a veces sin querer— terminan atrapados en un mundo de fantasía donde creen que las ventas suceden por arte de magia.
Mira, todos adoramos el universo de Harry Potter por una razón bastante comprensible: nos ofrece la ilusión de que basta con agitar una varita para que todo lo que deseamos se haga realidad.
Que puedes ser huérfano, estar rodeado de gente culera, y aún así despertar un día con poderes, reconocimiento y una misión de vida.
Es una narrativa hermosa. Pero peligrosa cuando la aplicamos en donde no va.
Porque en el mundo de los negocios —y más aún en el mundo del marketing por email— esa mentalidad puede ser tu peor enemigo.
Muchos dueños de negocio sueñan con que sus campañas funcionen como por arte de magia.
Que por haber puesto una frase bonita en la página de ventas o por haber descargado una plantilla de “copy ganador”, de pronto, su Stripe se llene de pagos y su inbox de testimonios.
Y cuando eso no ocurre, se frustran. Se preguntan por qué su hechizo no funcionó. Se sienten como Hermione cuando Malfoy le lanza un “Sangre sucia inmunda” y el mundo no les responde como esperaban.
Pero la razón es simple.
No están vendiendo. Están fantaseando.
Están usando herramientas, fórmulas y “trucos de copywriting” como si fueran hechizos mágicos. Esperan que al poner una línea que comienza con “¿Estás cansado de…?” seguida de un emoji y una promesa vacía, el cliente se rinda, compre y recomiende. Y no funciona así. No en el mundo real.
Y no es completamente su culpa. Los culpables también son esos “expertos” que ofrecen fórmulas mágicas, plantillas millonarias y herramientas que prometen escribirte todo en un solo clic.
Prometen que solo con usar su varita, digo, su software, vas a vender como loco. Y claro que suena tentador. ¿A quién no le gustaría convertir su negocio en Hogwarts?
Pero no. Eso no pasa.
De hecho, si estás leyendo este blog, probablemente sea porque algo en esta escritura te suena diferente. Tal vez te reíste. Tal vez pensaste: “este tipo está medio loco, pero me está diciendo algo que nadie más me ha dicho”.
Y ahí está la diferencia. Este texto no fue creado por una plantilla. No fue escrito por un robot con emojis y estructuras copiadas de otros cien correos. Fue escrito por mí, con mi voz, mi estilo y mi manera de ver el mundo.
Eso es lo que tú también necesitas hacer.
Y sí, sé que puede parecer más difícil al inicio. Porque lo es. Pero también es más rentable. Porque mientras los demás están compitiendo con clones que escriben todos igual, tú puedes destacar.
Puedes conectar. Puedes crear una marca con voz propia. Y cuando haces eso con consistencia, los correos comienzan a ser leídos.
Las personas empiezan a responder. Y las ventas comienzan a caer. No porque tengas una varita mágica. Sino porque entendiste el juego.
Por eso, si tú quieres dejar de depender de hechizos baratos y comenzar a escribir correos que realmente vendan, necesitas dos cosas: tu voz y una estrategia. La voz es tuya. La estrategia te la puedo enseñar yo.
Para eso existe THE GAME.
Un sistema diseñado para ayudarte a construir un negocio rentable con correos que no suenan a fórmula ni a plantilla, sino a ti. Correos que entretienen, conectan y venden. Correos que no tienen que disfrazarse de nada para ser irresistibles. Correos que convierten lectores en compradores, y compradores en fans.
Si eso suena a algo que quieres, entra a www.dongabo.com y descúbrelo. No prometo magia. Pero sí resultados. Si haces el trabajo.
Don Gabo.
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