Lo que un ladrón de bancos me enseñó sobre vender por internet

Hace unos años, en una entrevista que se volvió legendaria, le preguntaron a uno de los ladrones de bancos más famosos de Estados Unidos una pregunta muy simple, pero cargada de intención: “¿Por qué roba bancos?”

El tipo no pestañeó.

No hizo una pausa dramática.

Simplemente respondió: “Robo bancos porque ahí es donde está el dinero.”

Más claro, ni el agua.

Y aunque suene absurdo, esa respuesta contiene más sabiduría práctica que 12 horas de videos de cualquier gurú de internet. Porque en ese “obvio” hay una verdad que muchos emprendedores digitales pasan por alto todos los días: los resultados más grandes están donde está el dinero, y el dinero está donde están los deseos humanos más profundos.

Mientras tú estás preocupado por elegir el color correcto de tu logo, subir el video a TikTok con la música de moda, o comprar una plantilla para tu sitio web, el verdadero juego está sucediendo en otro lugar.

Un lugar más simple.

Más obvio.

En los negocios digitales, lo obvio es esto: todos los seres humanos quieren ganar más dinero, ser más reconocidos, sentirse más amados y tener más salud. Esos son los grandes bancos del mundo digital. Y si tú quieres ganar dinero por internet, no necesitas reinventar nada. Solo necesitas resolver problemas relacionados con esas cuatro áreas.

Pero aquí viene lo bueno.

Porque así como un ladrón no puede entrar a un banco con las manos en los bolsillos, tú no puedes ir a donde está el dinero sin un buen armamento.

Él necesita un buen cuerno de chivo.

Tú necesitas algo mejor: palabras.

Palabras que conecten, que convenzan, que vendan. Palabras que entiendan el deseo humano y lo traduzcan en acción. Eso es lo que enseño. Eso es lo que he perfeccionado. Y eso es lo que puedes empezar a aprender hoy mismo.

Ya no en la membresía que ofrecía antes, porque esa ya no está disponible.

Pero sí desde THE GAME, donde puedes acceder GRATIS a las primeras lecciones para entender cómo funciona de verdad el email marketing. No el de los cursos de moda, sino el de los mensajes que venden todos los días sin necesidad de perseguir a nadie.

Es sencillo. Un email al día. Una lección a la semana. Un sistema que, bien aplicado, puede armarte mejor que cualquier ladrón de bancos. Y llevarte directo a donde está el dinero.

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Don Gabo.