Lección de un niño de 2 años que sabe más que muchos adultos

estrategia

Jugar con Emiliano, mi hijo de 2 años, es una chinga.

 

Y como todo buen padre que quiere sobrevivir, cuando ya no puedo más, le doy mi celular para que vea videos de Chuchuwa o juegue con una de esas aplicaciones donde le picas a la vaca y hace muuuu, le picas al perro y hace guau guau.

 

Una tarde, mientras yo estaba viendo Malcolm el de enmedio en la sala y él a mi lado, dándole con todo al guau guau, me di cuenta de algo.

 

Cada vez que le salía un anuncio, me pasaba el teléfono.

 

No entendía cómo quitarlo.

No sabía cómo regresar.

Solo sabía que lo habían sacado del mundo animal y eso no le gustaba nada.

 

Así que me gritaba.

 

Me gritaba como si yo fuera el responsable de que un pinche banner de Candy Crush hubiera arruinado su momento de diversión.

 

Y yo, tratando de no perderme lo que Reese estaba por hacer en la pantalla, me frustré.

 

Hasta que hice lo que cualquier padre desesperado haría:

Saqué la tarjeta.

Compré la app.

Y se acabaron los anuncios.

 

Santo remedio.

 

Pero eso me dejó pensando en algo más profundo.

 

Mi hijo, con menos de 2 años, ya sabe que los anuncios interrumpen lo que quiere.

 

Ya sabe que lo sacan de su foco.

Que le roban su atención.

Que lo distraen de lo importante.

 

Y si a esa edad lo entiende…

 

¿Por qué hay adultos que no?

 

Allá afuera hay un mundo entero compitiendo por lo único que realmente tienes: tu atención.

 

Videos por aquí, apps con sonidos de animales por allá, cursos de 100 horas que no ves, la masterclass gratuita que ni abres, el ebook que descargaste pero nunca leíste.

 

Todo, absolutamente todo, está diseñado para quitarte el foco.

 

Y cuando algo es gratis, recuerda esto:

 

La moneda eres tú. 

 

Tu atención.

Tu tiempo.

Tu información.

 

Por eso hay personas como yo que pagan por no ver anuncios.

Que compran versiones premium de Spotify, YouTube, Duolingo…

No porque nos sobre el dinero, sino porque valoramos más lo que no se puede recuperar: la atención.

 

Y es justo por eso que creé THE GAME.

 

Porque un día me hice una pregunta muy seria:

¿Cómo puedo enseñarle a alguien a vender por email, sin cursos eternos, sin clases de Zoom, sin fórmulas pendejas ni promesas vacías?

 

Y la respuesta fue simple:

 

Un entrenamiento privado, donde aprendes conmigo cómo convertir ideas en correos.

Correos en ventas.

Y ventas en libertad.

 

Un sistema que puedes seguir sin ruido, sin perder tiempo, sin distracciones.

 

Diseñado para personas que quieren resultados, no ruido.

 

Así como mi hijo solo quiere el guau guau sin anuncios, tú solo necesitas un sistema claro y potente para vender todos los días por email.

 

👉 Haz clic aquí para entrar a THE GAME

 

Es tu espacio para aprender a escribir correos que venden sin drama, sin tener que aparecer en redes, sin fórmulas recicladas.

 

Solo tú, tus ideas, y un teclado.

 

Nada más.

 

Don Gabo

Ingresa a The Game y Aprende Email Marketing de Alto Nivel
The Game es la legendaria secuencia de bienvenida de Don Gabo "El Tital del Email" donde enseña sus mejores trucos para vender High Tickets por Email.

Al suscribirte aceptas recibir emails donde te vendo.