La caída de Carlos Muñoz (y la lección que tú puedes aplicar a tu marca)

storytelling

Una noche como cualquier otra, aparentemente inofensiva, ocurrió algo que ni en las más salvajes pesadillas de su bigote pudo imaginar Carlos Muñoz.

 

Una caída pública.

 

Una humillación viral.

 

Un golpe tan fuerte que lo obligó a desaparecer de las redes sociales por un buen rato.

 

Todo comenzó con un debate.

Él, con su saco de astronauta y su estilo desafiante, se sentó frente a Diego Ruzzarin, un tipo conocido por lanzar preguntas que no tienen respuesta sencilla.

 

La conversación giraba en torno a ideas, a influencia, a filosofía de negocios.

 

Carlos, fiel a su estilo, lanzó una provocación:

 

“Pediría a las autoridades que te pongan censura, wey. Por el efecto que estás teniendo con las generaciones de abajo.”

 

Boom.

 

El público se tensó.

 

Diego frunció el ceño.

 

Y entonces, soltó la bomba que detonó todo:

 

“A ver Carlos, ¿por qué crees lo que crees?”

 

Silencio.

 

Una pausa incómoda.

 

Carlos no supo qué responder.

 

Intentó escabullirse con evasivas, cambiar el rumbo del tema, pero ya era demasiado tarde.

La pregunta estaba hecha.

La grieta se abrió.

Y el personaje comenzó a derrumbarse.

 

No por lo que dijo Diego.

Sino por lo que no pudo decir Carlos.

 

Porque cuando alguien no puede responder con claridad por qué cree lo que cree…

Cuando no tiene argumentos que lo sostengan…

Cuando se da cuenta de que su discurso no tiene base…

 

Todo se viene abajo.

 

Y eso, querido lector, es una lección brutal para cualquiera que quiera construir una marca personal, un negocio, un movimiento o simplemente vender por internet.

 

Porque tarde o temprano…

Alguien va a hacerte esa pregunta.

 

¿Por qué haces lo que haces?

 

Y si no tienes una respuesta clara, honesta y poderosa…

 

Vas a terminar como Carlos:

Expuesto.

Cuestionado.

Dañado.

 

Por eso, en estos días he insistido tanto en que debes construir un relato de marca.

 

No es una frase bonita.

No es un eslogan.

No es un copy de Instagram.

 

Es el hilo invisible que conecta todo lo que haces.

La historia que te sostiene.

La idea que te representa.

 

Tu relato de marca es esa narrativa que las personas recuerdan de ti incluso cuando no estás.

Es lo que te diferencia del montón.

Es lo que hace que te crean, te sigan y te compren.

 

Y para construirlo, necesitas responder con honestidad brutal una sola pregunta:

 

¿Por qué haces lo que haces? 

 

Ojo: no se trata de repetir lo que suena bien.

 

No digas que lo haces “para ayudar a otros” solo porque lo viste en la bio de alguien con más seguidores.

 

No digas que es “tu misión de vida” si en realidad solo quieres pagar la renta sin tener jefe.

 

No digas que lo haces “por pasión” si lo que realmente quieres es dejar de vivir al día.

 

No hay nada de malo en querer dinero.

En buscar libertad.

En construir una vida más tranquila para ti y los tuyos.

 

Lo que sí está mal…

Es mentirte.

Y peor: mentirle a los demás.

 

Porque cuando finges ser algo que no eres, cuando te pones el disfraz de “servicio”, “propósito” o “impacto”, sin creértelo tú mismo…

 

Tarde o temprano te hacen la pregunta que hizo Ruzzarin.

 

Y te quedas sin palabras.

 

Por eso, hoy quiero dejarte esto muy claro:

 

Tu relato de marca no puede estar basado en lo que otros dicen.

Debe salir de ti.

De tus heridas.

De tus deseos.

De tus verdades.

 

Y si no lo has definido todavía, estás caminando en un terreno frágil.

 

Porque una marca sin relato es como una mesa sin patas:

Parece firme, hasta que alguien se recarga en ella.

 

En los próximos días te voy a enseñar cómo usar ese relato para vender, conectar y convertir a tu audiencia en compradores fieles.

 

Pero por ahora, lo único que quiero que hagas es lo siguiente:

 

Tómate 5 minutos.

 

Apaga las notificaciones.

 

Abre una nota en el celular.

 

Y escribe la respuesta más honesta que puedas a esta pregunta:

 

¿Por qué hago lo que hago? 

 

Esa respuesta, cuando es auténtica, se convierte en tu ventaja más grande.

 

Y si además sabes cómo comunicarla con palabras que venden…

Entonces ya estás jugando en otra liga.

 

Si quieres aprender cómo convertir esa historia personal en emails que persuaden, fidelizan y venden sin rogar…

Te recomiendo entrar a THE GAME.

 

Es mi sistema privado donde te enseño a escribir como yo, sin fórmulas huecas, sin necesidad de redes sociales, y con una estrategia que puede transformar tu bandeja de entrada en una máquina de ventas diaria.

 

Ahí te muestro cómo convertir tus ideas en relatos.

Tus relatos en correos.

Y tus correos en ingresos.

 

Así de simple.

 

👉 Haz clic aquí para entrar a THE GAME

 

No esperes a que alguien te haga la pregunta.

Ten la respuesta lista.

Y úsala para construir algo que no se cae con un comentario en vivo.

 

Don Gabo

Ingresa a The Game y Aprende Email Marketing de Alto Nivel
The Game es la legendaria secuencia de bienvenida de Don Gabo "El Tital del Email" donde enseña sus mejores trucos para vender High Tickets por Email.

Al suscribirte aceptas recibir emails donde te vendo.