Cómo contar algo para que te hagan caso (apto para ingenuos que quieren vender más por email)
Hace unos años, cuando vivía en la Ciudad de México, salí una noche con unos amigos. La intención era clara: cenar sabroso, bailar rico, y si se podía, echarnos unos tragos sin terminar llorando canciones de Chayanne.
En el grupo iban varios conocidos, pero entre todos destacaban dos figuras: el Yoyi y la Bonyz. Dos enamorados empalagosos que estaban desesperados por embarrarse los cuerpos bailando bachata.
Después de cenar, empezamos a caminar por la Zona Rosa. Lo interesante de ese lugar no es tanto la música o los lugares, sino los personajes que lo habitan.
En cada entrada de antro hay un tipo de vendedor muy peculiar: el cazador de clientes. Así los bauticé yo. Son como RP con hambre de comisión. Si te ven con cara de que quieres bailar o emborracharte, te interceptan y te prometen que su lugar es el mejor. Siempre es “el mejor”, aunque huela a trapeador usado.
Y entonces, apareció ella.
Una mujer con pantalón negro entallado, figura de gimnasio, blusa corta mostrando un abdomen criminal, rostro bonito y cabello largo como comercial de Pantene. Nos interceptó con una sonrisa. Y para varios en el grupo, eso fue razón suficiente para seguirla sin chistar.
Menos para una persona.
La Bonyz.
No sé si porque las mujeres detectan la falsedad a kilómetros o simplemente porque el lugar no le gustó, pero dijo con voz firme:
— Ahhmmm, no gracias, amiga. Estamos buscando otra cosa.
Obvio, toda la bola de simios que íbamos con ella empezamos a objetar su decisión, como si fuéramos expertos en antros. Pero entonces, la chica trató de persuadirnos:
— Anímense, si entran les doy un shot de tequila gratis.
Lo juro, en ese momento, el shot sonó como una bendición. Pero justo cuando ya casi caíamos, apareció otro cazador de clientes detrás de nosotros. Un tipo que había observado toda la escena con mirada de halcón y que supo exactamente qué decir y a quién.
Se acercó discretamente a la Bonyz y le dijo al oído:
— No entren ahí. Es un prostíbulo.
El Yoyi, que estaba cerca, alcanzó a escuchar y nos lo contó en corto. De inmediato, la chica guapa dejó de ser “la chica guapa” y pasó a ser algo completamente distinto. La percepción cambió. La historia cambió. Y el resultado también.
La Bonyz ganó.
El cazador de clientes del bar de atrás ganó.
Y nosotros terminamos en otro lugar.
Sin shot, pero sin susto.
Esta escena tan trivial esconde dos lecciones brutales de comunicación persuasiva que casi nadie aplica.
La primera: el tipo de atrás no ofreció descuentos ni regalos. No gritó más fuerte. No intentó competir con la otra por volumen. Solo contó una historia en seis palabras. Una historia que nos hizo imaginar una situación incómoda, comprometedora, peligrosa. Y eso bastó.
La segunda: el uso de metáforas e historias. Cuando alguien cuenta algo de forma directa, lógica, seca… rara vez mueve algo dentro de ti. Pero cuando te cuentan una historia que te hace imaginar, sentir, visualizar y proyectarte, entonces ocurre la magia.
Así es como deberías escribir tus emails.
No con fórmulas robóticas.
No con líneas genéricas que suenan a coach de Instagram.
No repitiendo lo que todos dicen.
Sino usando el poder de las historias y las metáforas para vender.
Para persuadir.
Para crear imágenes que la mente no puede soltar.
Es lo que hago todos los días.
Y es lo que enseño dentro de THE GAME.
THE GAME no es un curso más de email marketing.
Es una experiencia textual diseñada para ayudarte a escribir correos que entretienen, venden y fidelizan. Correos que se leen con gusto, que provocan emoción y que generan ventas reales. Correos que usan todo lo que te acabo de contar, y mucho más.
Si estás cansado de escribir correos que suenan a aviso parroquial.
Si quieres que tus palabras tengan efecto.
Y si entiendes que vender no se trata de gritar más, sino de contar mejor…
Entonces entra a THE GAME.
Ahí te espero.
Con lecciones como esta.
Y muchas otras que te harán ver el email con otros ojos.
👉 Entra ahora desde www.dongabo.com
Y prepárate para convertirte en un maestro del texto.
Don Gabo
Ingresa a The Game y Aprende Email Marketing de Alto Nivel
Al suscribirte aceptas recibir emails donde te vendo.