Cómo conocer a tu cliente (de verdad) para vender más por email sin parecer idiota

¿Alguna vez has intentado convencer a un bebé de que no se cague en el pañal?

Spoiler: no funciona.

Y sin embargo, muchos emprendedores insisten en aplicar esa misma lógica a sus negocios. Creen que con una secuencia secreta, un webinar millonario o unas plantillas mágicas, el cliente hará exactamente lo que ellos quieren.

Pero vender no funciona así.

Especialmente por email.

El otro día pensaba en eso mientras escribía uno de mis correos diarios. Recordé una escena que ilustra todo este dilema de forma perfecta:

Mi mamá.

Llevo más de diez años sin vivir en su casa. Me fui a los 18. Pero cada vez que la visito, hay algo que nunca cambia: siente la necesidad urgente de atenderme como si siguiera siendo su niño.

Me sirve la comida, me lava la ropa, me prepara cafecito con pan. Todo con amor.

Y aunque no necesito nada de eso… lo dejo pasar. Porque es su forma de amar.

¿Dónde está el error?

En que ella da algo que ella cree que necesito, sin preguntarme si realmente lo necesito. Cree que por ser mi madre conoce mis deseos, pero no se ha actualizado.

Y eso es exactamente lo que hacen muchos negocios al escribir correos electrónicos.

Estás escribiendo para ti, no para tu cliente

Así como mi mamá me prepara café sin saber si ya me tomé uno antes, tú probablemente estás escribiendo correos que no conectan porque asumes lo que tu audiencia quiere.

Y esa suposición te está costando ventas.

La mayoría de los negocios fracasan no por falta de producto ni por falta de tráfico… sino por falta de conexión.

No saben cómo hablarle al lector de forma real. Le hablan como si fuera tonto, como si no entendiera, como si necesitara que alguien le grite desde un infomercial de los 90.

Peor aún: le hablan desde plantillas robadas, frases cliché, “secuencias infalibles” que le venden al mismo tipo de cliente… que no existe.

Por eso cuando ves correos llenos de frases como:

• “Última oportunidad”

• “Solo por hoy”

• “Los 3 secretos que nadie te ha contado…”

…sabes que te están tratando como si fueras un bebé. Como si no pensaras. Como si fueras a comprar solo por impulso.

Pero tu cliente no es estúpido

Y mientras tú lo tratas como idiota, hay otro negocio que sí lo escucha, sí lo entiende, sí lo seduce con palabras que conectan.

Ese otro negocio, probablemente, está vendiendo más que tú.

¿La diferencia?

Ese negocio se tomó el tiempo de conocer a su audiencia. No desde los datos fríos del avatar o los bullet points genéricos, sino desde la empatía real.

Desde el entendimiento de sus emociones, de sus miedos, de sus frustraciones.

Y cuando escriben un email, no lo hacen desde la urgencia. Lo hacen desde la estrategia emocional.

¿Y eso cómo se logra?

Mira, si te interesa vender más por email, necesitas entender esto:

No hay plantillas mágicas. No hay secuencias milagrosas. No hay fórmulas infalibles.

Lo único que hay es esto:

1. Conocer las verdaderas necesidades de tu cliente.

2. No tratarlo como si fuera tonto.

3. Escribir como si lo tuvieras frente a ti, con respeto e intención.

Así de simple.

Si entiendes eso, puedes vender todos los días por correo sin necesidad de gritar ni mendigar. Puedes construir una comunidad de personas que abren tus correos porque los disfrutan, no porque los manipulas.

Y si no lo entiendes…

Bueno, tu email seguirá pareciendo un intento desesperado de evitar que el bebé se cague en el pañal.

Spoiler: el bebé se va a cagar igual.

¿Entonces qué sí funciona?

Funciona conocer a tu cliente como conoces a tu mejor amigo.

Funciona hablarle como si estuvieras en su cabeza.

Funciona venderle como si ya confiara en ti… porque sí confía.

Y todo eso se logra escribiendo desde un código distinto.

Un código que no se enseña en plantillas ni en fórmulas baratas.

Un código que yo mismo uso cada día para vender por email sin gritar, sin urgencia falsa y sin rebajas.

Ese código es el que te enseño dentro de THE GAME, mi sistema completo para convertir extraños en clientes fieles usando solo correos y páginas que entretienen mientras venden.

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Te espero dentro.

Don Gabo

Creador de THE GAME