3 Errores de los Correos de BBVA (y de casi todos los negocios que no venden por email)
Hace unos días recibí un correo de BBVA.
Sí, el banco.
Y aunque normalmente ignoro sus mensajes —como probablemente tú también lo haces— este tenía algo especial.
Un titular que me dejó sin palabras.
Y no porque fuera bueno.
Sino porque fue tan ridículo que no pude evitar abrirlo.
El asunto decía así, con todo y emoji incluido:
😎 Tu APP BBVA - Rompiendo paradigmas!
En cuanto lo vi, me preparé emocionalmente para una experiencia épica.
Algo revolucionario.
Un cambio de era.
La reinvención de la banca.
Imaginé que me hablarían de temas profundos como:
— Que ya no necesitas una carrera universitaria para tener éxito.
— Que una familia tradicional no tiene que ser solo hombre y mujer.
— Que el sistema financiero se va a descentralizar, y todos podremos vivir como nómadas millonarios desde Bali.
Pero no.
Lo abrí… y esto fue lo que encontré:
“Rompimos paradigmas: los fondos de inversión son para todos. Contrátalos desde $50.00 MN desde la App BBVA.”
Ok.
Gracias BBVA por enseñarme que invertir con cincuenta pesos ya es un cambio de paradigma mundial.
Mi yo de 7 años, que soñaba con tener una alcancía que rindiera intereses, está llorando de la emoción.
Pero esperen, que hay más.
“Sí se puede medir la ¡FELICIDAD! y para nuestros nominados es 9.5 de 10. ¿Qué esperas para ser uno de ellos? Trae tu nómina desde tu app BBVA.”
Aquí tuve que frenar todo.
Literalmente tomé el teléfono y le marqué a mi primo que acaba de salir de una relación horrible.
Le dije:
—Papi, ya sé cómo sacarte del hoyo. Llévate tu nómina a BBVA. 9.5 de felicidad garantizados.
Y como buen creyente del método bancario de curación emocional, lo hizo.
Y efectivamente, se sintió mejor.
Claro, también se compró unos tacos, pero eso es otro tema.
El email de BBVA seguía.
Decían que ahora puedes apagar y prender tu tarjeta desde donde sea.
¡Wow!
Yo, emocionado, mandé mensaje a todos mis grupos:
—Familia, amigos, excompañeros de la universidad, grupo de la tanda, equipo de dominó de los jueves… ¡Tenemos la revolución bancaria entre manos!
Y todo gracias a la App BBVA que rompe paradigmas (aunque no especifica cuáles ni por qué).
Pero bueno, después de esta joya del marketing bancario, me senté a pensar con más calma:
¿Qué es lo que hace que estos correos estén tan mal?
¿Y por qué tantos negocios siguen copiando ese estilo?
La respuesta no es solo que tienen más presupuesto que lógica, sino que cometen tres errores fundamentales que tú, si vendes por email, no te puedes permitir.
Error 1: Huelen a venta desde antes de abrirse
Es como ese tipo que llega a una primera cita y ya te está proponiendo nombres para los hijos.
Nadie quiere eso.
La gente abre correos por curiosidad, por humor, por interés… no porque les prometas “oportunidades desde la palma de su mano”.
Error 2: Hablan de ellos mismos, no de ti
La App esto. La App lo otro.
La App BBVA como personaje principal de una película donde tú solo eres el extra 47.
¿Y tus problemas?
¿Y tus deseos?
¿Y tus necesidades?
Brillan por su ausencia.
Error 3: Son más aburridos que leer los términos y condiciones
No hay historia.
No hay humor.
No hay tensión.
No hay alma.
Solo frases hechas que no dicen nada y que solo buscan meterte un producto a la fuerza.
Y claro, BBVA se puede dar ese lujo.
Tiene millones para campañas, pauta, equipos creativos, y errores como este no les cuestan mucho.
Pero tú y yo no somos BBVA.
Tú y yo tenemos que vender bien desde el primer párrafo.
Cada correo que mandamos tiene que ganarse su lugar en la bandeja de entrada.
Y si tú quieres aprender a escribir emails que no solo se abren, sino que se esperan, se disfrutan y se responden…
Te tengo una propuesta que sí rompe paradigmas.
Porque en THE GAME, no te enseño a escribir como banco.
Te enseño a escribir como líder.
Como referente.
Como alguien que vende sin parecer desesperado.
Como alguien que entretiene, conecta y cobra.
Si eso te interesa, aquí te espero:
Y si no, igual abre los correos del BBVA.
Te prometen 9.5 de felicidad.
Don Gabo.
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